viernes, 12 de junio de 2015

Rota

Ella se rompía como la rueda de una bicicleta: con pequeños agüjeros y pequeños pinchos. Se desinchaba, quedaba blanda y frágill. Quedaba en la nada. Porque ella era eso: Nada. 
Era nada que escupía todo por la garganta, pero nadie la oía. Porque nadie quería escucharla y nadie la entendía. Y gritaba, gritaba bien fuerte alrededor de mucha gente, pero nadie la miraba y mucho menos, la escuchaba, porque ella era como una bici rota, y una bici rota, no sirve.
Pero seguía andando con la bici pinchada, pedaleando más fuerte, porque cuando pinchaste y no tenes aire, cuesta más y miraba al cielo, sabiendo que ya no quedaban estrellas para ella. 
Ella se cansó de gritar al vacío, se canso de escupir todo por la garganta y quedarse sin nada, o al contrario, se cansó de que le duela la garganta, ese nudo que te queda por no decir las cosas y quedarse con todo. Se cansó de pensar, pero peór, se cansó de ella misma. Se cansó de pedalear sola, sin rumbo alguno.
Ella se cansó de ser una bicicleta rota y frágil.
Se cansó de ser la sola, rota y descocida. 

lunes, 8 de junio de 2015

La ola

Siempre fui del sol, el verano, la playa, el mar, las olas. Y que con esto no les resuene el zucum-dum, zucum-dum porque si hay algo que no tengo es el cursilerio del zucum-dum.
Siempre fui independiente, como una ola, que nace sola y crece diferente de las demás, no por rara, ni por grande o chiquita, simplemente siendo distinta. Aparecia en el medio del mar, mientras todo estaba quieto, tranquilo como una pileta, creciendo alto, revolucionandome y avanzando, haciendome más fuerte, cambiando de forma, volando.
Pero no estaba volando, estaba dando un giro, dando vueltas, hasta que caí, y me rompí, como una ola, que estalla, sacando todo lo que tiene adentro, desarmandose, para nunca más volver a ser la misma.
Vamos y venimos, subimos y bajamos, como una ola, como la vida. Puede que seamos una ola rápida, pasajera, pero que pega fuerte y te arrastra hasta la orilla, de esas que te terminan lastimando y dejandote semi desnuda, o podemos ser una ola chiquita, lenta, de esas que disfrutan el trayecto, y te terminan salvando, porque vos querias salir del mar y esa te dio el empujón que necesitabas.
Somos agua, cientificamente nuestro cuerpo esta compuesto 70% por agua. Sin agua nos morimos, sin formas no existimos, sin vueltas estamos paralizados.
Mi escencia esta constituida por agua y mi condición de ola es una forma temporaria en la que mi ser (agua) se manifiesta, por lo tanto cuando yo termine como ola, va a terminar una forma, no mi escencia.

Pecado

La embarre. Otra vez tengo las manos sucias.
Ojalá solo fuesen las manos, la conciencia me pesa, y por más de que me pase un trapo, el barro sigue en mis manos. Se empieza a secar, impregnandose sobre mis manos que ya me cuesta moverlas y hasta me pesan un poco. Porque es asi, el pecado pesa, molesta y cuesta librarnos de eso mal que hicimos.
Cuesta aceptar que la embarramos, porque ese es el problema del barro, cuesta despegarlo,sacarselo de ensima, pero mas cuesta cambiarlo. 
Cuesta ser pacientes, cuesta confiar, cuesta ser empáticos y ceder, cuesta ponernos las pilas, ser cocientes y dejar de lado nuestra ira, pereza, envidia, para hacer algo lindo y bueno para los demas y para nosotros mismos. 
"El origen de todos los males sociales, comunitarios y personales, es el pecado que nos desintegra tanto internamente como con el mundo exterior y nuestra relación con Dios" leí una vez.
Porque cuando la embarramos, la embarramos bien, hacemos un enchastre y no solo lastimamos a los demas, si no tambien a nosotros mismos.
¿Por qué no nos podemos perdonar a nosotros mismos? ¿No será eso también pecado? 

Ya paso un tiempo, cambiaron muchas cosas, pero todavia tengo barro en las uñas.